En apoyo a la elección final de la nueva imagen del Convenio Andrés Bello se han desarrollado unas notas que refuerzan, sustentan y justifican el ejercicio creativo.

Inicialmente, el desarrollo antropológico evidenció una época, unos lugares y unas culturas; y finalmente brindó el apoyo para la generación de ideas dando como resultado final el grafismo escogido. Seguidamente se llevó a cabo un análisis desde el punto de vista comunicacional, de marca que aclaró qué es el Convenio Andrés Bello, con quién se comunica, qué comunica y cómo lo comunica. Finalmente, se incluyó un análisis gráfico, el cual describe la tipografía y teoría del color aplicados a la elección final escogida.

SUSTENTACIÓN ANTROPOLÓGICA

En la América Precolombina son recurrentes las figuras de manos en petroglifos y pinturas rupestres. Estas podían ser simplemente manos o dar pie a otras representaciones como las de las aves. Esta imagen del logo con dos manos entrelazadas que se convierten en un ave es un grafismo que quiere mostrar cómo la unión de los pueblos hace la fuerza. Además, quiere significar de qué manera una verdadera integración cultural es posible, fin por el cual trabaja el Convenio Andrés Bello. Esta figura, también denota fuerza a través de las manos, lo cual constituye un elemento de primera importancia ya que el trabajo en la América Precolombina era un trabajo muy artesanal, en el sentido de que era elaborado con ellas.
Así mismo, las aves en el mundo precolombino poseen diversos referentes que son importantes de tener en cuenta en el momento de pensar en el logo. En primera instancia, muchas aves representaban a los dioses con los cuales el hombre tenía contacto; y el vuelo, de las mismas, tenía connotaciones simbólicas significativas. Por ejemplo, el planeo de algunas aves avisaba a los hombres sobre cambios climáticos. El aprendizaje de los polluelos, relacionado con el vuelo, implicaba todo lo que los hombres debían comprender antes de emprender el vuelo o grandes hazañas.

En segunda instancia podemos mencionar la transformación de los chamanes en algunos animales, lo cual quiere decir que existía un profundo conocimiento sobre la naturaleza en la América Precolombina, además, el cambio o la proyección de ciertas imágenes en otras también quiere decir cómo los elementos de la naturaleza no son estáticos. El dinamismo y el cambio son componentes del logo que merecen ser resaltados ya que uno de las grandes prioridades del Convenio Andrés Bello es lograr que los pueblos consigan cambios que les permitan alcanzar sus propios niveles de desarrollo sostenible.

Un aspecto muy relevante del logo está relacionado con todo el simbolismo que posee. De acuerdo con el antropólogo Víctor Turner, son los símbolos los que caracterizan a las culturas y los que le imprimen significado. Ahí radica la riqueza de la cultura, en su carácter simbólico. Siguiendo a este antropólogo, en las culturas se pueden distinguir tres fases, o etapas, relacionadas con los símbolos. Estas son: la fase de preparación, de liminalidad y de incorporación. Vale decir que los símbolos y su significado se representan por medio de rituales y en este logo se aprecian las tres fases. La primera, de preparación hace referencia a todos los preparativos que se deben llevar a cabo antes de ejecutar el ritual en cuestión. La segunda, de liminalidad quiere decir que el individuo se ha separado de su estadio anterior pero todavía no ha pasado al estadio siguiente, el cual es la tercera fase, la que permite que el individuo se reincorpore a su cultura como un ser nuevo, un ser social que ya se encuentra en la capacidad de asumir todas sus funciones y roles a cabalidad.

El logo aquí presentado deja ver las tres fases de los ritos y permite asumir que una vez que los objetivos del Convenio Andrés Bello sean puestos en marcha y llevados a cabo, las sociedades que hacen parte de él tendrán su norte claro, pues ya habrán pasado por etapas o fases anteriores que los han conducido por sus propios caminos. Habrán marcado sus derroteros.

Una imagen en constante transformación, como la que aquí nos ocupa, simboliza el carácter cambiante de la cultura, una recreación permanente de sus objetivos y de su identidad. Es en sí misma un rito de paso como los que menciona Turner.

En cuanto al cambio y desarrollo social sostenible, el logo, con su movimiento da cuenta de la naturaleza dinámica de la cultura, que es como ésta debe ser entendida. Es preciso que cada cultura defina hasta dónde quiere llegar y qué nivel de complejidad desea alcanzar. En este sentido, el logo, representa varias figuras en una, sin determinar un sólo camino o rumbo a seguir y permite ser interpretado por todos los países que conforman el Convenio Andrés Bello de acuerdo con sus realidades específicas y propias.

Otro aspecto del logo está ligado con la estrecha interrelación que tiene el hombre con la naturaleza. Esta no es solamente una característica de la América Precolombina, sino que se puede observar claramente en nuestros días. Es el hombre el único ser capaz de modificar y moldear el ambiente en el cual vive para satisfacer sus necesidades y en esta adaptación pone de manifiesto todo su conocimiento tecnológico, simbólico, religioso, político, económico y social. Este logo no cobraría sentido si no fuera una imagen que representa lo que el hombre, como un ser cultural, ha elaborado en cuanto a su relación con su medio ambiente.

En este contexto, podemos afirmar que el logo ilustra el conocimiento precolombino que ha perdurado hasta nuestros días. Un conocimiento inagotable ya que la misma cultura lo es. Es un logo que reafirma la diversidad en un mundo global, es un logo que exalta la importancia de defender las identidades propias y es un logo que hace sentir toda la fuerza y el poderío del hombre sobre lo que lo rodea. Es un logo que exalta al hombre, como un ser capaz de trazar su propio destino y no un hombre como un ser sometido a los avatares del destino.

SUSTENTACIÓN COMUNICACIONAL

El planteamiento inicial tenía como base una gran necesidad de reposicionamiento de la imagen del Convenio Andrés Bello, se buscaba encontrar un grafismo que reforzara el sentimiento con el que surge este organismo. Una imagen que identificara las raíces, el esfuerzo, la lucha y la riqueza cultural.

Desarrollamos un esquema de comunicación que reunió un análisis de la marca desde lo actual, un objetivo de comunicación a lograr en el desarrollo de la nueva imagen. Estudiamos también el gran grupo objetivo y los segmentos que lo conforman, encontramos el diferencial del Convenio Andrés Bello frente a otros organismos de la misma categoría, luego asociamos lo anterior a un modelo de evaluación de marca: “qué somos, qué hacemos, cómo nos ven y cómo queremos ser vistos” y nos dimos finalmente a la tarea de plasmar en líneas y colores la nueva imagen de la marca Convenio Andrés Bello.

A nivel de comunicación encontramos, después de un estudio que nos demandó mucha investigación antropológica, la figura que refleja: la razón de ser de la institución, el grupo que lo conforma, el tipo de programas que apoya y desarrolla. La gran base de la idea fue: El arte precolombino, y el grafismo inequívoco: las manos de apoyo, las aves en movimiento, la libertad, la esperanza, el desarrollo y la esencia de las culturas.

El grafismo da respuesta a todas las necesidades de comunicación de la marca y evidencia su misión, visión y filosofía a través de:

Identidad de marca, el fortalecimiento de los procesos de integración y de un espacio cultural común.

Identidad cultural, el Convenio Andrés Bello, representado en este nuevo grafismo, se aproxima a sus grupos objetivos con más definición y carácter de apoyo.

El nuevo grafismo responde claramente a la necesidad de la función y de la realidad de la marca, expresa la consciente realidad y riqueza de sus miembros a través de su pasado y la necesaria esperanza de un mejor vivir en el futuro, establece un sentimiento de pertenencia que va a mejorar el desarrollo equitativo, sostenible y democrático de los pueblos miembros.

SUSTENTACIÓN GRÁFICA

Símbolo

Símbolo desarrollado con base en la integración y desarrollo conjunto de los pueblos y las personas; las manos unidas de dos personas diferentes formando un ave representan la capacidad creativa, el deseo de progreso, la búsqueda del conocimiento y la sabiduría. Es decir, la unión de los pueblos hace la fuerza.

La imagen nos remonta a las raíces de nuestros pueblos y simultáneamente evoca contemporaneidad, visión, movimiento y evolución hacia el futuro.

Razón social

El diseño de la razón social está enfocado a posicionar claramente el nombre de la entidad a su plenitud, trabajando su legibilidad. Se logró una combinación tipográfica del nombre de la institución con su sigla más reconocida (CAB).

Se desarrolló el texto de la razón social mediante la adaptación y rediseño de Blue Fly a la fuente tipográfica Century Gothic que está basada en la fuente Monotype 20th Century diseñada por Sol Hess entre 1936 y 1947. Esta fuente fue diseñada para asegurar su reproducción en sistemas digitales actuales. El diseño está influenciado por el estilo geométrico de las fuentes “Sans Serif” (sin serifas), la cual es muy apropiada para encabezados y frases con poco texto resaltando, en este caso en particular, la sobriedad, amabilidad e impecabilidad del Convenio Andrés Bello.

Como elemento de composición existen dos líneas horizontales cuyo objetivo es guiar la dirección de lectura y generar mayor firmeza en la estructura compositiva de la imagen completa.

Color

Azul

La virtud del color azul es su asociación con el cielo y el mar, eternos e infinitos. El color azul, por lo tanto, se relaciona plenamente con la constancia y el optimismo. Además, representa la firmeza, la sobriedad y la confiabilidad que soportan al Convenio Andrés Bello.
Turquesa

El color turquesa tiene las mismas asociaciones que el azul básico y por estar mezclado con amarillo adquiere mayor visibilidad.

DIRECTOR DE PROYECTO | JORGE A. CASTILLO S.

DIRECTOR DE ARTE | JUAN MANUEL MONTES GONZÁLEZ

DIRECTOR CREATIVO | CÉSAR ATEHORTÚA RENDÓN

ANTROPÓLOGA – EDITORA | JIMENA PERRY POSADA